El incendio que a primeros de agosto ha
devastado grandes extensiones de los términos municipales de algunos pueblos de
la Sierra, ha encendido la mecha de la urgencia por poner en marcha el proyecto
Sierra de Gata Parque Cultural.
En la página Web de la
Diputación de Cáceres se puede leer que:
“Charo Cordero dijo comprender que con el
incendio ocurrido este verano, Sierra de Gata está en el punto de mira, pero
esta reunión se iba a celebrar igual, aunque tal vez -reconoció- sí se ha hecho
con una mayor celeridad, porque queremos
dar pasos muy ágiles para que el parque, que ahora solo está en los papeles,
sea una realidad cuanto antes”.
Como tenemos prisa, hay que correr, esto es muy urgente…,
lo que confiere a todo este asunto del Parque Cultural un carácter excepcional,
que requiere medidas excepcionales. Como
es urgente, hay que dejarse de líos de participación ciudadana e ir al meollo
de la cuestión, que no es otro que LA GESTIÓN DEL PARQUE
CULTURAL aquí y ahora, ya, por un grupo muy exclusivo (y excluyente), formado
por empresari@s de turismo.
Tengo que volver a
recordar que
el miércoles 5 de Marzo de 2014 se celebró en el instituto de Hoyos la primera
sesión de participación social en relación con el proyecto Sierra de Gata
Parque Cultural. La sesión consistía en la realización de una serie de talleres
DAFO con el objetivo de definir Debilidades, Amenazas, Fortalezas y
Oportunidades relacionadas con una serie de programas. En la presentación de la
dinámica a seguir en el trabajo de dichos talleres, se nos mostró una imagen en
la que aparecían 5 programas que había que desarrollar: Se nos explicó que
íbamos a repartirnos en 4 grupos para trabajar 4 programas. También se nos comunicó que el 5º
programa, “EL PROGRAMA DE GESTIÓN
DEL PARQUE CULTURAL”, no estaba abierto a la participación social en general. Al
preguntar quiénes participaban en dicho programa de gestión, el representante
de la Diputación nombró a la Diputación, la Mancomunidad de Municipios de
Sierra de Gata, el Grupo de Desarrollo Local Adisgata, y la asociación de
empresari@s de turismo Turisgata. La pregunta de cuales eran las razones que
explicaban la presencia de Turisgata en dicho programa de gestión del Parque
Cultural, quedó sin respuesta.
Tal como se está gestionando la
participación social en el proyecto del Parque Cultural Sierra de Gata, este
proyecto está naciendo en crisis y “bajo sospecha”. El oscurantismo y la falta
de transparencia en relación con la participación en EL PROGRAMA DE GESTIÓN del
futuro Parque Cultural, está condicionando negativamente la relación de los
habitantes de la Sierra con el proyecto. Un proyecto que para llevarse a cabo
realmente y aplicarse eficazmente sobre el territorio, requiere de la
participación activa de los vecinos de los pueblos. Una participación que hasta
el momento ha sido muy escasa.
Un Parque Cultural es una figura legal que
tiene como objetivo proteger, conservar y difundir el patrimonio cultural y
natural de un territorio. Por lo que no puede gestionarse desde el punto de
vista exclusivo (y excluyente) de los empresarios; ni siquiera desde el punto
de vista de los empresarios culturales.
Y mucho menos desde el punto de vista de los empresarios turísticos.
El hecho de que la responsabilidad sobre el
proyecto Sierra de Gata Parque Cultural, deje de depender del área de Turismo
de la Diputación de Cáceres y pase a depender del área de Desarrollo Sostenible
de dicha Diputación, es un paso en la buena dirección. Pero el mantenimiento de
la estructura de gestión del proyecto con el protagonismo exclusivo (y
excluyente) de los empresarios de turismo en el programa de gestión del futuro Parque, es un planteamiento
inaceptable desde el punto de vista de los objetivos que se le presuponen a un
Parque Cultural.
En EL PROGRAMA DE GESTIÓN del Parque Cultural debe estar representado el
mundo de la conservación, el mundo de la educación, el mundo de la cultura,
etc., al mismo nivel, por lo menos, que el mundo del turismo.
Sí, el incendio ha encendido la mecha de la
urgencia por poner en marcha el proyecto Sierra de Gata Parque Cultural. Pero
el incendio también ha iluminado la realidad de que Sierra de Gata es un
territorio que arde. Entre 2001 y 2013, último
año con estadísticas oficiales definitivas, hubo más de 1.300 incendios
forestales en la comarca. En
el año 2003 se declaró un gran incendio de características similares al
de este año. ¿Es posible crear un Parque
Cultural en un territorio que arde?
Yo pienso que no, a
no ser que cambien las cosas en el sentido expuesto en el MANIFIESTO de la “Plataforma Sierra
de Gata”, que entre otras cosas plantea que es preciso un cambio en la nefasta política de gestión forestal que padecemos. Y es preciso un cambio en la
regulación legal de la gestión de los incendios.
Por todo ello considero que en EL PROGRAMA DE GESTIÓN del Parque
Cultural, también debería estar representada la “Plataforma Sierra
de Gata”.
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